Descripción y Relicario

Aunque en antiguos documentos se hablaba de la reliquia del brazo de san Judas, va a ser hasta 1830 durante la renovación del altar principal de la iglesia, que se descubrió en su interior la preciosa reliquia del apóstol: 

el hueso de uno de sus brazos.

La reliquia fue colocada por el párroco de la época monseñor Sirolli, creado posteriormente obispo, en un relicario de madera en forma de brazo bendiciente, y certificada por el entonces Cardenal vicario Carlo Odescalchi.

Este relicario fue abierto por última vez en tiempos del cardenal Francesco Marchetti Selvaggiani, que fue vicario general de Su Santidad para la diócesis de Roma de 1931 a 1951.

Sus sellos con su escudo cardenalicio encierran hasta hoy la reliquia, garantizando su procedencia y autenticidad.

Tras el estudio de la documentación histórica, la tradición y los pergaminos encontrados junto a la reliquia, el vicariato de Roma y la Congregación para las causas de los santos del Vaticano declararon la autenticidad de la insigne reliquia colocando sus sellos con lacre.